domingo, 31 de mayo de 2009

El buen vendedor...

En uno de los grandes almacenes de una empresa muy conocida en España, había un vendedor que llevaba fama de realizar ventas imposibles, desplegando una inusitada pericia.

Un dia, el gerente de otro de los centros, requirió sus servicios para fomentar la venta en uno de sus departamentos menos explotados: el de Caza y Pesca.

En su primer día en el nuevo puesto, el gerente quiso comprobar "in situ", como aquel supuesto mónstruo de las ventas, desplegaba sus artes.

Vió al hombre ocupado con un cliente, y se acercó disimuladamente con el oído a vizor.

-Pues sí señor. -decía en ese momento el vendedor- Esta es una buena caña. Pero... Permítame. Usted no es un hombre de gran envergadura, y quizás esta no le de suficiente rendimiento si pesca una pieza grande. Pongamos por ejemplo una lubina o un pulpo. Le sugiero estas que nos acaban de llegar de Australia. Pura caña de Bambu reformateada.

-No se yo... -titubeaba el cliente.

-No se hable mas. -siguió el vendedor sin hacer caso a los titubeos- Piense también en sus compañeros de oficina... Los va dejar alucinados. Se lleva usted una Polaroid y se hace una foto con la pieza más grande que consiga. Va a ser Vd. la envidia del Departamento.

-Nunca se me dio mal... -sonrió el hombre.

El vendedor, a lo suyo...

-Claro que... Una buena caña no es nada sin un buen carrete; y en carretes, sólo lo mejor de lo mejor. Mire éste. Japonés. Lo último. Trescientos metros de hilo, doble resistencia, posibilidad de tres bloqueos. Y si se lleva hoy este modelo (entre usted y yo: 200€ es una ganga), regalamos un juego de plomos.

-Sí que parece un buen carrete...

-¿Buen carrete?. Mire. Yo con uno de estos pesqué el verano pasado un atún de 7 Kilos. Una maravilla. Claro que fue mar adentro... Porque las piezas buenas solo se pescan mar adentro. Me refiero a que a la playa no van a venir... ¿Me entiende usted.?.

-Si, claro, ¿Entonces...?

-Una zodiac, es la mejor opción. Ahora precisamente tenemos aquí, en la seccion de al lado, una que estaba de muestra y le saldra tirada. Oiga: ti-ra-da.

-Bueno... Yo tampoco pensaba en..

-¿Pero usted que quiere?. ¿Pescar o ir de tiendas?. Las cosas o se hacen bien o no se hacen y usted es una persona que sabe como se hacen las cosas, lo supe desde que le vi.

-Je,je,je... Hace dos años fuí administrativo del mes y...

-¿Que le dije?. Usted es un hombre que ha nacido para ganar. ¿Quiere pescar?. Pescará. ¡Vaya si pescara!. Claro que la Zodiac... Necesita un motor, y el mercado de segunda mano no merece la pena, ya sabe.. Importación paralela. Sin papeles. Vamos, que le meten unos pufos por ahi... Déjese, que tenemos un modelo de Yamaha por 1.100€... No se lo podrá creer. ¡Que sensación de libertad!. El aire en la cara, las olas salpicando... No sigo, no sigo porque me esta usted dando una envidia...

-Pues... Lo de la barca no es mala idea. ¿Pero como la llevo?.

-Si quiere buscar excusas búsquelas. Si lo que quiere es disfrutar, busque soluciones. Usted no va sólo a pescar. Va a pasar unos días en contacto con la naturaleza. A encontrarse a sí mismo. No le creo tan ignorante como para pasar tres noches en uno de esos Hoteles para aficionados... Usted lo que necesita es una caravana. No es necesario que sea muy grande; con una cuatro plazas tiene de sobra, y así resuelve el problema de la zodiac. Podrá llevarla arriba. No sabe el dineral que se va a ahorrar en hoteles. Ademas de inteligente, creo que es usted un hombre de suerte.

-Bueno.. yo siempre me he distinguido por ser una persona responsable y con iniciativa....

-Bien. Pues ya se lo he anotado todo. Será la caña, el carrete (con los plomos de regalo), la Polaroid, la zodiac, el fuera-borda, la caravana y el juego completo de aparejos de pesca de bajura. Total 46.123.43€. que podrá pagar en tres cómodos plazos. Firme, firme aquí... Muchas gracias, y encantado. Que tenga usted una buena pesca...

Acabada la venta, el gerente se acercó alucinado al vendedor. Los ojos se le salían de las órbitas.

-Me ha dejado boquiabierto. ¡Que seguridad!. ¡Que psicología!. ¡Que dominio de la materia!. Es usted impresionante. No lo había visto en mi vida. Un tío que venía a comprar una caña de pescar, y le ha vendido medio departamento...

Una caña no. Se equivoca. Ese señor no venía a comprar una caña. Lo que ha ocurrido es que me lo he encontrado en las escaleras y me ha preguntado donde podría comprar unos "Tampax" para su mujer... Y yo le he dicho: "¡Pero hombre! ¿Va a pasar cinco días sin follar y no va a aprovechar para ir de pesca...?"

La desgracia de ser un buen cliente...

Cualquiera lo ha padecido, o lo sufre hoy, a la hora de hacer un reclamo ante una compañía que vende sus productos o servicios masivamente: en principio, básicamente, fuiste.

Ocurre ¿es un clásico¿ con las proveedoras de electricidad, gas, teléfono y empresas públicas. Pero también con las tarjetas de crédito, los bancos, las empresas de transporte, supermercados, gimnasios y prácticamente toda firma de venta masiva de la que nos convirtamos ¿ocasional o permanentemente¿ en clientes.

Salvo que revista en la categoría VIP, lo que puede llegar a deparar cierta atención personalizada, uno pasa a ser un número de queja.

La atención está automatizada: una grabación en el teléfono le indicará los pasos a seguir y si el cliente no posee un dato que le exige, a recomenzar se ha dicho. La otra opción será por escrito: habrá un formulario por llenar a mano o por mail. Y todo a partir de un principio básico: el tiempo lo pierde usted. Después, usted, el número, entrará en un marasmo burocrático cuyo término ¿si lo hay¿ puede ser algo o la purísima nada.

Pero uno se pregunta ¿añorando viejos tiempos de relaciones, más ¿humanas?¿, ¿no les importa perder un cliente? La respuesta, me cuenta un experto, es no.

Estamos en la era del consumo masivo, por lo cual una gran empresa se interesará en un tema si nota una pérdida de miles y miles de clientes y sospecha una causa común en los abandonos. O si una encuesta entre consumidores de sus productos le envía una señal inequívoca. Si, en cambio, se trata de uno, dos, tres; digamos, usted; digamos, yo; le importa nada.

Nosotros caemos en ese número, que cuando las cosas andan bien es mínimo, denominado "margen de error", que para el "particular daminificado", bah, uno, puede constituirse en un inesperado, impensable dolor de cabeza. De allí, la aparición cada vez más frecuente, tanto en el ámbito público como el privado, me dice mi interlocutor, de la figura del defensor del consumidor, un espadachín que lucha a pérdida contra los demonios de la masividad.

Y si no, el antiguo "libro de quejas", unas páginas donde se escriben con indignación y esperanza unas cuantas palabras enfáticas que probablemente nadie jamás leerá.

Hay cosas que debo decir...

He pensado mucho en como evitar escribir de la forma en que lo hago, simplificar cuando es dolor o tristeza lo que siento, pero me es imposible, este espacio no está hecho para maquillar la verdad. Desde que lo empecé he dejado gran parte de mi vida en él, puede que suavice, que coloree, que diseñe un poco el contenido, pero la verdad sigue ahí... inmutable...

He escrito infinidad de cosas, muchas de ellas al amor, a la vida, reflexiones extraídas de alguna noche de insomnio, pero cuando la adversidad o sencillamente un pequeño bajón me azota o me zarandea tan fuerte, no esperen entonces que lo acalle, no esperen que me lo trague, tampoco lo hago cuando me siento bien, cuando me inunda la alegría... soy transparente y ese es el tributo que debo de pagar...

Este espacio no tiene un gran diseño, ni un gran colorido en imágenes, no pretende tener una cantidad forzada de amigos, ni siquiera aspira a que nadie deje comentarios ( jejeje), este espacio es mi amigo intimo, ese cómplice que me ayuda a conocerme, ese pergamino de sensaciones o simplemente ese otro yo que a veces soy incapaz de comprender...

Ocurre que cuando mis textos son desgarradores o derraman un cierto airé melancólico, me lleno de una sensación poco agradable, ya que me preocupa el hecho de que los analicen y se preocupen demasiado... soy yo! Y seguiré siendo yo, unos días mejor y otras peor, pero no pretendan que siga siempre en la misma línea porque entonces la verdad quedaría fuera de juego...

Llegarán mejores tiempos, escribiré desde la serenidad mas absoluta, o posiblemente ponga tierra por medio, muchas veces lo he hecho, añadiendo poesías de grandes poetas, mientras tanto todo se calma, o no, pero hago lo que puedo para no alargar demasiado este pequeño desequilibrio y no inundarlos con mi falta de lucidez...

Con todo esto quiero decirles que lean, tan solo eso, ya volverá a amanecer...

Nunca he cerrado el espacio, no al menos por un largo tiempo, si que es cierto que últimamente me ha pasado por la cabeza, pero también lo necesito egoístamente, pues son lo único que me da fuerzas y gracias a ustedes y ese cariño incondicional puedo seguir aquí...desnudando mi alma, describiendo mis vivencias...

Entren y paseen con la misma impresión de cuando han llegado, solo son textos que me ayudan a sobrevivir y a superar ciertos episodios... solo son palabras descorchadas que salen y se evaporan en el mismo instante en que ustedes, mis queridos amigos, se las beben...